Glosario:
Alardeo: Mostrar o exhibir con vanidad
Constreñimos: Disminuir o reducir a límites menores
Estandarización: Acción y efecto de estandarizar
Hegemónicos: Está relacionado con la supremacía de un
estado, pueblo o grupo sobre otros.
Homofobia:
Odio que se siente hacia las personas homosexuales.
Inhiben: Impedir la vergüenza, el miedo u
otro freno a una persona actuar de acuerdo a sus sentimientos, deseos o
capacidades.
Pedagogos:
Persona que se dedica a la pedagogía o es especialista en esta ciencia.
Performances: Espectáculo representado en
directo ante un público, en el quese combinan diferentes formas de expresión,
como la danza, el teatro, la música, el cine y las artes plásticas; se realiza
con espontaneida de improvisación, y pretende provocar.
Moratoria:
Plazo que se otorga para solventar una deuda vencida.
RESUMEN
La categoría género es una construcción y sistema social de relaciones que se constituye a partir de la simbolización cultural de las diferencias anatómicas entre varones y mujeres, y las relaciones entre ambos. La interacción social mujeres-varones configura esta dimensión relacional de género a partir de la cual se originan las identidades de género, que se perciben como femeninas o masculinas, generándose atribuciones y expectativas sociales y culturales de desempeño de papeles o roles de género, que como dice Lamas (2000) En el texto podemos encontrar cuatro temas esenciales como son: El camino a hacerse hombre, La casa y la calle en los procesos de hacerse hombre, El grupo de pares y los rituales de la masculinidad, Discursos emergentes sobre masculinidad.
El camino a hacerse hombre
Estudios etnográficos en diversas culturas muestran una
serie de rituales que adolescentes y jóvenes varones tienen que atravesar para
convertirse en adultos. Desde pruebas donde la tolerancia al dolor está
presente, ceremonias colectivas de circuncisión hasta la llamada pedagogía
homosexual, en la que se pasa de la niñez a la adultez a través de prácticas
sexuales con otros varones adultos de la comunidad que actúan como “pedagogos”
de estos jóvenes en su camino a hacerse hombres (Gutmann, 1997; Herdt, 1994).
El repudio nos remite a la fijación del género en cada sujeto a través de todo
aquello que no se debe ser o hacer, de lo abyecto, límite en el que el
individuo pierde su condición de tal (Butler, 1990).
Otro aspecto importante en la constitución de la
identidad masculina es la socialización en patrones de intimidad. Diversos
autores reportan el comando social instaurado en diferentes contextos
culturales para que los varones no expresen emociones consideradas femeninas
como el miedo o la duda, ni ciertas formas de intimidad con otros varones que
podrían poner en duda su heterosexualidad En muchos casos, los varones aprenden
que la amistad con mujeres es imposible debido al supuesto irrefrenable impulso
sexual masculino. Los mandatos sociales sobre las formas de ser varón y su
versión hegemónica de masculinidad están en constante afirmación y tensión pues
la masculinidad debe ser probada a los demás y al propio sujeto. Si bien no
existe una forma única de masculinidad -pues depende de otras variables ya
descritas-, lo importante es que esta masculinidad hegemónica siempre actúa de
referente, como el espejo ante el cual jóvenes y hombres adultos se miran para
medir su masculinidad. En cuanto a la sexualidad masculina, ésta se constituye
en permanentes tensiones y contradicciones entre modelos de actuación esperada
y las propias vivencias de los sujetos. Tensiones y negociaciones entre deseos
sexuales, búsquedas de placer y los dispositivos sociales de masculinidad y
sexualidad hegemónicas. En esta construcción social se configuran fronteras de
sexualidad masculina.
Analizar
el ámbito doméstico donde el varón desempeña roles y relaciones diferenciadas
nos permite acceder no sólo al proceso de configuración de muchas de las
representaciones de la masculinidad, sino que también nos posibilita analizar
la forma en que se afirman o cuestionan las bases de la identidad masculina,
especialmente en lo referido a la sexualidad. El espacio doméstico provee los
primeros mensajes de masculinidad y sexualidad y es ahí donde se sientan las
bases para la constitución de las identidades de los sujetos. En este espacio
de socialización familiar el niño empieza su proceso de “hacerse hombre”. En
este escenario aprenderá que tendrá que resolver la primera contradicción de
ser hombre: que ser hombre es algo “natural”, pero que al mismo tiempo tiene
que obtenerse en torno a pruebas e ideales de actuación. De hecho, en todos los
hogares se transmiten una serie de mensajes y pautas de cómo se espera sea un
hombre. Estos valores buscan hacer del varón un “hombre de bien” (Fuller,
2002). Desde el hogar hasta la vida pública, desde su infancia hasta su
adultez, los hombres aprenden que hay imperativos a lograr: la protección, la
provisión, la responsabilidad, la honestidad, la disciplina, el trabajo, entre
otros, los cuales, al ingresar a otros espacios de socialización, se refuerzan
o entran en conflicto, ocasionando tensiones que los varones tendrán que
resolver para la constitución de sus identidades. Si el tema de la sexualidad
aparece en el escenario familiar, ésta se trata en un contexto de profilaxis o
prevención, a modo de lecciones para adolescentes varones sobre cómo deben
protegerse de mujeres “tramposas” que buscaran atraparlos con el “cuento” del
embarazo, hasta conversaciones sobre las enfermedades de transmisión sexual y
el VIH/SIDA (Vasquez del Aguila, 2013). A diferencia de la socialización
impartida en la familia, en espacios como el colegio y el grupo de pares, los
sujetos ya tienen los cimientos de su identidad constituidas y los nuevos
contenidos no son la realidad en sí misma,
pues el sujeto es más consciente de estos procesos y puede contrastar los
valores y la moral de otros agentes socializadores (Fuller, 2002; Vasquez del
Aguila, 2013). Sin embargo, el sujeto debe aprender nuevos guiones de
actuación, iniciar nuevas relaciones significativas y solucionar las tensiones o conflictos en su sistema de
representaciones. La calle tiene sus propios guiones de lo que significa ser
hombre y los varones tienen que aprenderlos y actuarlos. La importancia mayor
del colegio en la constitución de representaciones sobre sexualidad y
masculinidad son, por retomar el segundo grupo y escenario, sin duda, las y los
compañeros de clase. En este sentido, el colegio para algunos entrevistados es una
prolongación de los espacios de amistad que tienen con pares del barrio, y para
otros, aquellos que no tenían un grupo de pares en el barrio, se convierte en
el primer espacio de interacción y creación de un grupo de amigos, con los que
en última instancia se comparte el proceso de construir su masculinidad y
sexualidad, lejos de los socializadores mayores.
El grupo de pares y los rituales de la masculinidad
La literatura sobre violencia y
masculinidad muestra como los varones, en diferentes contextos culturales, son
los más propensos a ser víctimas de la violencia de otros varones. Lo
interesante de gestos rituales homoeróticos es su ambigüedad interna, pues los
varones que hacen la broma son también potenciales “maricones” pues podrían ser
“comidos” por otros varones en este juego de reafirmación de las fronteras de
la masculinidad y heterosexualidad (Vasquez del Aguila, 2013). Estos gestos no
se diferencian mucho de las pruebas que otros varones de contextos “no
occidentales” tienen que pasar como requisitos para adquirir su status de
hombre en la comunidad.
. Estos grupos proveen a los hombres
espacios para construir discursos y performances de masculinidad consideradas
adecuadas y valoradas por el grupoEl alardeo de grupo tiene otra función muy
importante en esta producción de masculinidad: la cohesión y la constitución de
identidad masculinas. Niños, adolescentes y hombres adultos aprenden que para
convertirse en hombres tienen que rechazar y repudiar la feminidad y la homosexualidad
. La heterosexualidad se practica y
ejerce a través de estos guiones de género y guiones sexuales. Varones y
mujeres son socializados bajo un solo supuesto: la heterosexualidad, la cual se
presenta como la única realidad posible e inevitable. La fortaleza emocional se
instaura en el grupo a través de imperativos de valentía, de la eliminación de
manifestaciones de “debilidad” y de las muestras de seguridad ante peleas o
situaciones de riesgo. El mandato es que el varón no puede dudar o vacilar
frente a los retos pues siempre debe mostrar seguridad, decisión y valentía. espacios
los varones tienen que reconciliar sus identidades integrando discursos morales
de actuación masculina.
Discursos emergentes sobre masculinidad
Los medios de comunicación, principalmente la
televisión e Internet facilitan la transformación de relaciones sociales,
discursos y prácticas. Niños, adolescentes y jóvenes de sociedades urbanas
invierten un tiempo considerable consumiendo estos medios, los cuales ofrecen
un espacio privilegiado para analizar la conformación de sus identidades
modernas. Producen y reproducen modelos de masculinidad que, en algunos casos,
puede reforzar los discursos hegemónicos y, en otros, cuestionar estos ideales
de actuación ofreciendo La autoimagen masculina para el cortejo y la conquista de
parejas sexuales sufre un desplazamiento de imágenes de varones exentos de
exigencias de cuidado estético, hacia varones preocupados por una imagen más
cercana a la “metrosexualidad”.
Estos discursos y prácticas emergentes nos alertan
sobre la necesidad de considerar los cambios en las masculinidades y prestar
atención a las tensiones entre versiones emergentes y hegemónicas de las
mismas.
Conclusión:
Vasquez del Aguila, E.. (2013). “Hacerse hombre: algunas reflexiones desde las masculinidades”. Política y Sociedad, Vol.50 Núm. 3 817-835 REFIERE QUE La masculinidad es una colección de normas y significados que cambian constantemente en el contexto de relaciones inter- género (hombres y mujeres) e intra- género (entre hombres). Hay dos elementos fundamentales en el estudio de las masculinidades: la pluralidad y las jerarquías entre versiones de ser hombre.
El término "hacerse hombre", es muy extenso ya que la sociedad ya tiene establecido como debe ser un hombre desde niños, con ciertas características, comportamientos, actitudes, etc.La familia es el principal fuente enseñanzas de los niños, ya que hay van adquiriendo modelos o pautas que el niño va copiando o aprendiendo. el varón desde muy pequeño en los ámbitos que se va desarrollando como la casa, calle, el colegio le crean una imagen de ser un "hombre de verdad" De éste modo el niño entra en contradicción de si ser hombre es algo natural ya que tiene a someterse a diferentes pruebas o rituales. Y es que la sociedad y la cultura han implantado tanto, de que, modelo de hombre es ser político, rudo, sin sentimientos, déspotas, agresivos, etc. En este proceso de hacerse hombre, el varón tiene que pasar por muchos rituales culturales, que aveces resultan ser muy dolorosos, pero no tienen derechos a reclamos porque si no serán señalados de raros,de maricas o de mujeres, osea que el hombre, en este proceso va reprimiendo una serie de sentimientos que de una u otra manera le afecta en su salud mental
Vasquez del Aguila, E.. (2013). “Hacerse hombre: algunas reflexiones desde las masculinidades”. Política y Sociedad, Vol.50 Núm. 3 817-835 REFIERE QUE La masculinidad es una colección de normas y significados que cambian constantemente en el contexto de relaciones inter- género (hombres y mujeres) e intra- género (entre hombres). Hay dos elementos fundamentales en el estudio de las masculinidades: la pluralidad y las jerarquías entre versiones de ser hombre.
El término "hacerse hombre", es muy extenso ya que la sociedad ya tiene establecido como debe ser un hombre desde niños, con ciertas características, comportamientos, actitudes, etc.La familia es el principal fuente enseñanzas de los niños, ya que hay van adquiriendo modelos o pautas que el niño va copiando o aprendiendo. el varón desde muy pequeño en los ámbitos que se va desarrollando como la casa, calle, el colegio le crean una imagen de ser un "hombre de verdad" De éste modo el niño entra en contradicción de si ser hombre es algo natural ya que tiene a someterse a diferentes pruebas o rituales. Y es que la sociedad y la cultura han implantado tanto, de que, modelo de hombre es ser político, rudo, sin sentimientos, déspotas, agresivos, etc. En este proceso de hacerse hombre, el varón tiene que pasar por muchos rituales culturales, que aveces resultan ser muy dolorosos, pero no tienen derechos a reclamos porque si no serán señalados de raros,de maricas o de mujeres, osea que el hombre, en este proceso va reprimiendo una serie de sentimientos que de una u otra manera le afecta en su salud mental
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